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Foto del escritorJacqueline Solórzano

La ópera: Un refugio en un mundo hiperconectado.

En la era de las notificaciones constantes y las pantallas omnipresentes, encontrar momentos de desconexión genuina se ha convertido en un lujo. Asistir a la ópera ofrece una oportunidad única para escapar de ese ruido interminable. Una función de ópera no es solo un evento artístico; es un portal que nos transporta a un universo distinto a nuestra cotidianidad. Este arte milenario, con sus historias épicas y su música sublime, nos brinda una experiencia que apaga el ruido moderno y nos conecta con lo eterno, evocando los mitos griegos que han inspirado tantas obras maestras. Aunque en la actualidad el mundo de la ópera no es inmune a la contaminación de la mediocridad propia de esta era, aún quedamos algunos que, como titanes, defendemos este arte. Con el permiso de las musas mayores, aquí en The Opera Atelier vestimos la ópera para presentarla a nuevas audiencias, siempre preservando la intención y el ingrediente divino que han hecho de la música un arte sublime. A través de los mitos griegos y de disciplinas que indagan en el interior humano, como el psicoanálisis, podemos comprender cómo la ópera resuena con nuestras emociones más profundas y nos invita a explorar nuestro inconsciente.


El mito de Narciso y la desconexión digital


En la mitología griega, Narciso quedó atrapado por la imagen de su propio reflejo en el agua, incapaz de apartar la mirada. Su historia resuena hoy como una metáfora de la obsesión con las pantallas y las redes sociales, donde muchos buscan validación de su ser a través de likes, notificaciones y selfies. Sigmund Freud tomó esta historia como base para conceptualizar el narcisismo, señalando cómo la obsesión por la autoimagen puede conducir al aislamiento y la insatisfacción.


La ópera rompe este hechizo. Por ejemplo, la historia de Narciso se convierte en un llamado a mirar más allá de lo superficial y a escuchar las voces internas que hemos silenciado en nuestra vida moderna. En el mundo musical de la ópera, el ámbito digital debe quedar por fuera, para que así el público encuentre un espacio acústico humano que le procure escapar de su propio reflejo y redescubrir lo esencial de su existencia como ser social.


Orfeo y la magia del sonido


El mito de Orfeo, el músico que con su lira podía calmar a las fieras y conmover a los dioses, ilustra el poder transformador de la música, algo que el psicoanálisis también reconoce. Freud veía en el arte, y especialmente en la música, un acceso directo al inconsciente, un espacio donde las palabras fallan pero las emociones se expresan plenamente. En un mundo donde los sonidos cotidianos son ruidos, música cacofónica, notificaciones y alarmas, la ópera se convierte en un refugio sonoro.


Óperas como Orfeo ed Euridice de Gluck o L’Orfeo de Monteverdi nos sumergen en este mito eterno. Las arias desgarradoras de Orfeo, como Che farò senza Euridice, nos recuerdan cómo la música puede sanar, consolar y transformar. Como Orfeo encantando al Hades, la ópera nos libera, aunque sea por unas horas, del peso del mundo exterior.


La conexión entre música e inconsciente nos recuerda que asistir a la ópera no es solo un placer estético, sino también un proceso de autoconocimiento, similar al que plantea el psicoanálisis.


El Laberinto de Teseo y la claridad en el caos


La historia de Teseo enfrentando al Minotauro en el laberinto es una metáfora del caos moderno. El hilo de Ariadna, que guía a Teseo hacia la salida, simboliza la claridad y el propósito en medio de la confusión. Según Carl Jung, el laberinto representa el inconsciente, y el Minotauro simboliza nuestros miedos y deseos reprimidos, esta historia mítica también puede interpretarse como una metáfora del proceso psicoanalítico: del caos primordial a la claridad.


La ópera Arianna and Naxos, recientemente presentada por The Opera Atelier como apertura de nuestra temporada 24-25, evoca la experiencia de recorrer un laberinto emocional en busca de resolución. Aquí, el hilo conductor no es otro que la narrativa, magistralmente tejida por la música y la actuación.


La ópera como el Olimpo moderno


Los mitos griegos, con sus héroes, dioses y tragedias, han perdurado porque capturan las emociones humanas en su forma más pura. La ópera, heredera de esta tradición, no sólo revive estos mitos, sino que los transforma en experiencias vivas.


En un verdadero teatro de ópera, el escenario se convierte en un Olimpo moderno. Los cantantes son héroes que enfrentan pruebas imposibles, los compositores y músicos son forjadores que crean mundos sonoros, y el público es testigo de un ritual artístico que nos conecta con lo trascendente. Sin embargo, en una ciudad como Miami, este Olimpo enfrenta desafíos muy terrenales (*). Los espacios escénicos, lejos de ser templos dedicados al arte, a menudo descuidan las necesidades de las producciones y de quienes las realizan. Decoraciones fuera de contexto, limitaciones técnicas y una falta de sensibilidad hacia la naturaleza ritual de la ópera obstaculizan la creación de esta conexión divina. A pesar de estas adversidades, organizaciones como The Opera Atelier luchan por preservar y reinterpretar la esencia del arte de la ópera, adaptándose creativamente y reivindicando la importancia de espacios que respeten y enaltezcan la experiencia operística.


La ópera como catarsis


Freud habló de la catarsis como una forma de liberar emociones reprimidas. En la ópera, esta catarsis se produce de manera única. El clímax emocional de un aria o la resolución dramática de una historia actúan como un espejo para nuestras propias emociones, permitiéndonos sentir, liberar y transformar.


La ópera, al igual que los mitos griegos y el psicoanálisis, nos invita a mirar hacia adentro. Como Narciso, Orfeo y Teseo, enfrentamos nuestras sombras y buscamos claridad en el caos. En este proceso, la música se convierte en un lenguaje del alma, un hilo de Ariadna que nos guía hacia la catarsis y la comprensión.


Un llamado a la desconexión consciente


Asistir a la ópera es mucho más que un evento cultural: es un acto de resistencia frente a la hiperconectividad. Es una oportunidad para apagar el teléfono, dejar atrás las preocupaciones del día a día y sumergirse en una experiencia que trasciende el tiempo. Incluso podría ser una oportunidad para explorar nuestro incosciente, esta vez no acostados en un diván, sino sentados en una silla de teatro.


Las óperas basadas en mitos griegos nos muestran que estas historias, a pesar de su antigüedad, permanecen profundamente vigentes. Al igual que Narciso, Orfeo y Teseo, enfrentamos desafíos que trascienden el tiempo: la búsqueda de nuestra identidad, la lucha por hallar claridad en medio del caos y la inquietante intolerancia hacia el Otro.


La próxima vez que necesites escapar del ruido, deja que la ópera sea tu hilo de Ariadna, guiándote de regreso a ti mismo. Investiga, conoce, estudia y, si te atreves, ¡canta! Asiste a cada espectáculo de ópera en la ciudad y disfruta de lo que vas aprendiendo sobre este arte sublime. En The Opera Atelier, tenemos un lema: Tell me why I love opera. Aquí, sí, en Miami, estamos listos para recibirte, encontrarnos es más fácil de lo que imaginas.


See you at the opera!


(*) Para más referencias lo invito a leer este otro artículo: The Silent Tragedy of Theaters and Performance Spaces in Miami.

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Invité
30 déc. 2024
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Yo sé dónde fue eso....😉

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